Cofradía del Cristo del Amor
Antigua y Excelentísima Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor, María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista
Corría el año 1948, cuando un grupo de jóvenes de Acción Católica en conversación con el entonces Párroco Arcipreste de Nuestra Señora de la Encarnación, Rvdo. D. Manuel Ballesteros Jiménez, acuerdan fundar una Hermandad para dar culto público a una imagen de Cristo Crucificado que años antes, había sido comprado mediante colecta popular a los talleres de Olot. El 22 de abril de ese mismo año se constituye la que hoy día conocemos como Antigua y Excelentísima Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor, María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista, aprobándose los estatutos y la formación de la Junta de Gobierno. D. Juan Rivera Trujillo obstentaría el cargo de Hermano Mayor y D. Francisco Cámara Moyano ejercería de Mayordomo durante esta primera junta.
Un año más tarde, concretamente el 9 de abril de 1949 (Viernes Santo), y gracias a la generosa colaboración del entonces, Ministro de Trabajo, D. José Antonio Girón de Velasco, se procesiona por primera vez la imagen del Santo Cristo del Amor.
En noviembre de 1949 se aprobó en Cabildo General, a propuesta de un sector mayoritario de hermanos, volver a procesionar la imagen de San Juan Evangelista, recuperando así una tradición local de siglos pasados. Posteriormente se adquirió la talla, que fue comprada a la Archicofradía de la Expiración de Málaga por quince mil pesetas, y que según testimonio del vendedor, pertenecía a los talleres de D. Pedro de Ocampo (siglo XVII).
Llegado el Domingo de Resurrección de 1950 y ante el clamor popular que había suscitado el apostol, San Juan Evangelista vuelve a ser procesionado acompañando a Cristo Resucitado, imagen seriada de los talleres de Olot, y bailando de alegría como había venido haciendo a lo largo de los siglos. Al finalizar el desfile, y como era de esperar, el apostol es sancionado impidiéndole procesionar durante varios años.
Cuentan los más antiguos que los traslados de San Juan Evangelista, tras finalizar el cortejo procesional, se traducían en escenas de gran júbilo popular donde las bandas de música interpretaban marchas, a veces poco religiosas, como «La Cirila» o «La Raspa». Se dice que mientras San Juan «bailaba», a la mujer que señalaba con su dedo le conducía sin remedio a la soltería.
Pasado este tiempo, el apostol vuelve a salir en procesión y nuevamente es sancionado. En este caso se le prohibía realizar su Estación de Penitencia el Domingo de Resurrección.
En 1967 la Junta Directiva de la Hermandad acuerda incorporar una imagen de vestir de la Virgen en su advocación María Santísima de la Caridad. La talla fue adquirida, por ocho mil pesetas, en el anticuario del Sr. Fernández ubicado en la Avda. Miguel Cano de Marbella, pese a la negativa en un primer momento de Monseñor D. Rodrigo Bocanegra Pérez, entonces Párroco de la Iglesia de la Encarnación y Arcipreste de Marbella.
No es hasta el año 1995, y debido a una restauración acometida en los talleres del sevillano D. Juan Manuel Miñarro López, cuando se conoce que el imaginero D. Francisco Pinto Barraquero había sido el autor de la dolorosa, al encontrarse un pergamino en su interior que así lo justificaba. Además, también se supo que dicha talla había sido creada en 1959 para una Cofradía jerezana, quien más tarde quiso atribuirle, al igual que la de Marbella, la advocación de la Caridad.
En 1991 la Junta de Gobierno decide encargar a Miñarro una nueva talla del Santísimo Cristo del Amor, realizando éste, una de las imágenes más logradas y perfectas de la Semana Santa marbellí. Un crucificado de cánones clásicos en los que el artísta plasmó un perfecto conocimiento y dominio escultórico de la anatomía humana, y que fue donado por el futuro alcalde de la ciudad, D. Jesús Gil y Gil.
La Cofradía del Amor obtiene en los años 50 de los jueces locales, la prerrogativa de liberar a un preso preventivo de los que estuviesen en ese momento en el arresto municipal, entonces situado en el lienzo norte de la muralla del castillo y con unas condiciones de habitabilidad deplorables. La tradición que liberaba de la cárcel a vecinos con transgresiones menores se ha retomado en los últimos años. El nuevo arresto junto a la Comisaría de Policía queda ahora muy lejos del recorrido procesional, por lo que la liberación se produce en la Plaza de los Naranjos, al iniciar el recorrido.
Para finalizar, añadimos que el artísta malagueño D. Rafael Ruiz Liébana ha estado estrechamente vinculado a la Hermandad, acometiendo éste la ejecución de los tronos que actualmente albergan las imágenes del apóstol y Nuestra Señora, y restaurando el del Cristo, obra de D. Francisco Palma Burgos.